El vocabulario fiscal es todo un mundo, que para muchos, puede ser intimidante y confuso. Términos como “RFC, régimen fiscal o razón social” aparecen constantemente. Hoy queremos hablarte de uno de esos términos, y con un poco de suerte, podrás dominar el mundo fiscal de manera sencilla y eficaz.

Podemos definir el término “razón social” como el nombre que recibe tu empresa. Esto sirve como una identificación oficial para la firma de documentos o gestiones administrativas. Por lo general, la razón social no es el nombre con el que se conoce a la empresa.

Uno de los ejemplos más conocidos es el de Coca-Cola, nombre por el cual muchos de nosotros conocemos a esta empresa, sin embargo, su razón social es “Compañía Bebidas Refrescantes, S.L.”

Características comunes de la razón social

Como te comentamos anteriormente, la razón social no suele ser el nombre comercial de todas las empresas. Muchas de ellas, prefieren un mote que llame más la atención del consumidor. El uso de la razón social se divide en 3 ámbitos: jurídico, administrativo y formal. En los documentos oficiales, el nombre comercial nunca puede sustituir a la razón social, hacerlo podría causarte problemas con las autoridades fiscales. La razón social de una empresa debe de ser auténtica y única, es decir: no puedes usar nombres de ciudades, comunidades autónomas o comarcas. Con los nombres propios, debes contar con un consentimiento firmado de ambas partes.

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